Aunque siempre se dice que el cáncer debe ser tratado tan pronto como sea posible, también hay que destacar que el paciente debe estar preparado para la quimioterapia, ya que el tratamiento, además de atacar a las células cancerosas, también puede atacar a células completamente sanas. Siendo éste el caso, los tejidos bucales han de ser vigilados con importante atención, ya que este tratamiento les hace más propensos a sufrir infecciones o hemorragias, y en caso de que el paciente tenga un problema bucal mayor, éste será aún más complejo de tratar.
Un elemento clave para que se puedan prevenir en buena medida las complicaciones provenientes de los efectos secundarios de la quimioterapia en la boca, consiste en visitar a tu dentista de confianza como mínimo un mes antes de empezar el tratamiento. De esta manera, él podrá llevar a cabo una exploración profunda identificando cualquier problema, y de ser posible, corregirlo en su totalidad, y de no ser así, poder establecer un plan de acción con el oncólogo o especialista encargado.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la quimioterapia en la boca?
Los efectos dependerán del tipo de quimioterapia que se le proporcione al paciente, así como de su respuesta al mismo, con lo cual no hay una regla exacta, pero sí patrones que se presentan directamente vinculados al tratamiento como:
- Ardor en boca y encía.
- Sequedad bucal.
- Ardor, inflamación y grietas en la legua.
- Infecciones de la mucosa oral.
- Hemorragias orales.
- Mucositis oral.
- Candidiasis oral.
Ahora bien, si el paciente padece alguna afección durante el tratamiento de la quimioterapia tales como:
- Caries.
- Gingivitis o periodontitis.
- Úlceras mucosas.
- Enfermedad en los senos paranasales.
En estos casos, el asunto se complica aún más, con lo cual, el tratamiento de la afección bucal tendrá que ser lo menos invasivo posible, básicamente paliativo en muchos de los casos, y las revisiones continuas y exhaustivas. En casos más graves que requieran una intervención de envergadura, el plan de acción se establecerá por parte del dentista y el oncólogo o especialista, pudiéndose plantear incluso la suspensión temporal de la quimioterapia hasta normalizar la situación bucodental.
¿Qué pasa si el paciente que recibe la quimioterapia es un niño?
Cuando los pacientes son niños, los efectos secundarios de la quimioterapia en la salud bucodental pueden ser realmente serios, sobre todo si aún está mudando dientes, ya que puede provocar un retraso en la aparición de los dientes permanentes, además de la posibilidad de que estos no posean el aspecto que deberían tener. Lo recomendable en estos casos es que el dentista vea al niño antes del tratamiento y ejecute una revisión exhaustiva, determinando su posible evolución e identificando posibles complicaciones con los dientes paramentes y la mandíbula.
Además, si el niño tiene dientes muy próximos a caerse, el odontólogo procederá a su extracción previa al tratamiento de la quimioterapia. En cualquier caso, la vigilancia por parte de los padres, oncólogo y dentista, tendrá que ser constante y exhaustiva para que no se produzcan complicaciones y se asegure la evolución correcta de los dientes del niño.
¿Qué medidas puedo tomar?
Lo primero y más importante será visitar a tu dentista de confianza antes de dar comienzo al tratamiento de quimioterapia. Él será quien te guíe e instruya en materia de higiene oral, que resultará de suma importancia. También, como mencionamos anteriormente, será ideal que se establezca el vínculo entre el profesional dental y el especialista oncológico para llegar a las mejores soluciones posibles.
La correcta higiene bucal será el mejor aliado del paciente oncológico sin lugar a dudas. El cepillado dental adecuado acompañado de un dentífrico fluorado después de cada comida, junto con el uso del hilo dental o cepillo interdental, más el enjuague bucal sin alcohol una vez al día, reducirán drásticamente las posibilidades de aparición de caries, problemas de encías o infecciones, entre otros claramente establecidos como efectos secundarios de la quimioterapia.
Otra gran ayuda es mantener la humedad en la boca. Los chicles sin azúcar y beber suficiente agua pueden favorecer la producción de saliva, la cual ayuda a mantener a raya la aparición de caries. Llevar una dieta libre de alimentos excesivamente duros o azucarados y bebidas ácidas o carbonatadas, también contribuirá a preservar las estructuras dentales.
Lo obvio a veces no lo es tanto
Aunque algunos puedan pensar que es bastante obvio que si se padece de cáncer y se va a entrar en tratamiento de quimioterapia, las bebidas alcohólicas y los cigarrillos quedan fuera de la mesa, algunos pacientes no son capaces de asumir el compromiso de dar fin a sus hábitos nocivos. Sin el compromiso del paciente será imposible devolverle la calidad de vida que tenía antes de la enfermedad y el tratamiento.