¿Sabías que la sequedad bucal representa un importante riesgo para tu salud bucal? Esta condición que afecta no solo a la producción de saliva sino también a la producción lagrimal entre otras áreas del cuerpo que requieren de humedad corporal, como al garganta, piel y vías respiratorias, se le denomina como Síndrome de Sjögren.
El síndrome de Sjögren es una enfermedad que ataca a principalmente a las glándulas exocrinas, que comprenden a las glándulas salivales y oculares. Este síndrome trae consigo además de un enorme discomfort para quien lo padece, serias consecuencias para la salud bucodental, ya que promueve serias alteraciones en el esmalte, fomentando la aparición de caries en las superficies dentales expuestas junto con un mayor índice de fracaso en empastes y coronas dentales.
¿Qué grado de sequedad bucal se considera Síndrome de Sjögren?
Si notas que la saliva tiene un aspecto espumoso y espeso, además de que no se acumula en el piso de la boca, puedes empezar a sospechar que padeces del síndrome de Sjörgren. Otro factor clave a tomar en cuenta es el aspecto de la mucosa oral, si esta se ve seca, pegajosa e incluso ulcerada y la lengua manifiesta un tono más rojo de lo común, además verse seca y fisurada, puedes ir pidiendo cita con tu odontólogo de confianza porque estos son síntomas claros del Síndrome de Sjögren.
La sensación de boca seca quizá sea un factor más fácil de identificar, a esta se le denomina xerostomía, con ella vienen incomodidades propias de la ausencia de la salivación como lo es la dificultad para masticar y obviamente para tragar los alimentos ya masticados, dificultad para hablar e incluso cambios en la percepción del gusto. Otros síntomas, ya más avanzados, los constituyen la aparición de caries en los cuellos de los dientes, principalmente, los inferiores.
¿Cómo se diagnostica?
Tu odontólogo, mediante una revisión completa a tu boca podrá establecer en un principio si padeces del Síndrome de Sjögren, pero a ello hay que sumarle unas sencillas preguntas que tú mismo puedes hacerte, y te ayudaran a salir de dudas, estas son:
- ¿Has sentido tus ojos secos a diario por más de 3 meses?
- ¿Llevas tiempo sintiendo alguna especie de arenilla ocular?
- ¿Usas lágrimas artificiales 3 o más veces en el día?
- ¿Has sentido la boca seca a diario por más de 3 meses?
- ¿Puedes pasar los alimentos secos sin beber agua?
Las respuestas a estas preguntas más la valoración podrán indicar a tu odontólogo si padeces del Síndrome de Sjögren. Él te podrá referir al especialista para que en conjunto se pueda tratar esta enfermedad y establecer el respectivo tratamiento.
Los 3 pasos para tratar la sequedad bucal
Con el tratamiento del Síndrome de Sjögren, se busca como primero la estimulación del flujo salival, con el fin de prevenir la aparición de caries, pero en caso de que las lesiones ya estén presentes, se trataran las respectivas caries y la candidiasis. Pero para un mejor entendimiento estructurare el tratamiento en lo que yo considero tres pasos para obtener resultados favorables, estos son:
Paso 1
Lo primero es proveer al paciente con la información necesaria respecto a su condición, así como posibles efectos adversos que esta pueda traer consigo y obviamente el tratamiento a seguir. Con ello establecer las horas de ingesta, procurando no superen las 4 veces al día y de ser el caso insistir en una reducción de la ingesta de carbohidratos. Conviene ingerir al menos dos litros de agua al día repartidos a lo largo del día, devolviendo parte de la humedad necesaria a la boca. Finalmente para estimular la salivación conviene tener a mano chicles de xilitol (Orbit®) para estimular la salivación.
Paso 2
En este paso el enfoque crucial está en tratar las caries posiblemente con amalgama y evaluar si estas son capaces de mantenerse en el tiempo, y con ellas la aplicación de aplicación de barniz de flúor por parte del dentista. Si el paciente presenta casos muy severos donde requiera de endodoncia o directamente la sustitución de la pieza más afectada por implante con corona, se tendrá que llevar a cabo por el especialista en cuestión.
Paso 3
Finalmente queda la revisión periódica estableciendo una frecuencia mínima entre citas de 3 meses, con cariograma incluido y aplicación de barniz de flúor. También se revisará la dieta propuesta y se hará seguimiento a los hábitos de higiene bucal. Así mismo se establecerá el estado periodontal del paciente para apreciar su evolución, por medio de una explotación exhaustiva, para descartar problemas en los canales.
Con este 1 2 3, se puede dar un salto en materia de calidad de vida, pero como se deja entrever, dependerá mucho del compromiso que adquiera el paciente para con su propia salud bucodental.