En esta ocasión, intentaré aclarar algunas dudas que muchos de mis pacientes me han manifestado al momento de la colocación de implantes dentales con corona.
Antes de continuar, quiero dejar claro que un implante dental es una prótesis dental que lo que busca es suplir la función de la raíz del diente, con todas la implicaciones que esto conlleva. Los implantes dentales están usualmente constituidos de titanio, material que permite una oseointegración con el hueso donde se va a alojar. Una vez que el implante se ha integrado, se procede a la colocación de la corona, usualmente de material cerámico, muy similar en apariencia y funcionalidad a un diente natural.
En este último apartado quiero detenerme, ya que es un error muy generalizado en nuestros pacientes pensar que el implante es la sumatoria de implante y corona. Como expliqué en el primer punto, el implante viene a ser la raíz, y la corona es la parte visible del diente, ya que es la funda que cubre al implante.
Consideraciones para colocar un implante
Habrá ocasiones en que las condiciones médicas del paciente no permitan o dificulten la colocación de un implante, algunas de ellas pueden ser:
- La osteoporosis: algunos pacientes que padecen de descalcificación en los huesos, toman bifosfonatos para favorecer el depósito de calcio en el hueso. En estos pacientes que llevan años tomando bifosfonatos, existe el riesgo mínimo de padecer infecciones en el hueso.
- Los problemas de coagulación: aquellos pacientes que toman anticoagulantes, deben notificarlo previo a la intervención quirúrgica, ya que se incrementa el riesgo de hemorragia durante la cirugía.
- La diabetes: los pacientes diabéticos deben tener un mayor control sobre su glucemia para que no se produzca ningún tipo de infección posterior a la colocación del implante.
Se tienen que dar las condiciones de salud bucal
Con esto me refiero a que previo a la intervención quirúrgica, se debe conocer de cuánto hueso se dispone y qué tipo de hueso tiene el paciente. En situaciones donde el hueso no es suficiente, el odontólogo tendrá que aumentar el volumen de hueso del paciente con diferentes técnicas, de forma que el implante pueda fijarse y osteointegrarse adecuadamente en él.
Además de contar con el nivel adecuado de hueso, la salud bucal del paciente debe estar suficientemente bien para recibir el implante, es decir, no puede presentar ningún tipo de infecciones, bien sea piorrea o periodontitis. Cualquier enfermedad de las encías debe ser tratada previamente a la intervención quirúrgica, de forma que no se de ningún tipo de periimplantitis (piorrea del implante).
Despídete del cigarrillo
Siempre les digo a mis pacientes que deben comprometerse a dejar el cigarrillo. Sin ese compromiso previo, no sigo adelante con el tratamiento, ya que en consecuencia será un tratamiento perdido. Esto se debe a que aunque el implante se integre exitosamente, al continuar fumando, y con el paso del tiempo, se incrementará el riesgo hasta cuatro veces de presentar un caso de periimplantitis, el cual resulta sumamente complejo de tratar.
También hay que tener presente que si el paciente padeció periodontitis previo a la colocación del implante, la posibilidad de que el paciente sufra periimplantitis se incrementa, y si además el paciente fuma, se combinan ambas contraindicaciones, promoviendo la aparición de la piorrea del implante.
Mi recomendación para estos pacientes es que dejen el cigarrillo y asuman como hábito una correcta higiene bucal, además de medidas preventivas como visitas regulares a su dentista de confianza para mantener el buen estado y permanencia de los implantes dentales.
Implantes dentales para toda la vida
Muchos pacientes me preguntan si es posible que los implantes dentales duren para toda la vida y mi respuesta es que si el paciente mantiene una buena salud bucal y buenos hábitos de higiene bucal, más van a durar. Pero la verdad es que la vida de un implante dental depende de muchos factores, por lo que no se puede saber cuánto va a durar.
Imagina que tienes un coche Mercedes Benz, ¿cuánto te puede durar el coche? Dependerá de cuánto lo cuides, si lo pones a resguardo en un garaje, la zona en la que vivas, si lo usas para ir por campo o carretera, si lo llevas o no a revisiones… en definitiva, hay muchos factores que intervienen, y de igual forma se aplica para las prótesis dentales, por tanto, no hay una respuesta definitiva en este caso.
Cuidar es querer
Siempre digo a mis pacientes que no hay que cepillarse con prisa, hay que ser meticuloso. Con esto me refiero a limpiar entre los dientes con cepillos interdentales o hilo dental según sea el caso, usar enjuague bucal, así como emplear la técnica correcta de cepillado y el dentífrico que mejor se acople a sus necesidades particulares.
El ejemplo más claro que les doy a mis pacientes es que piensen en la limpieza del hogar; cuando barres, ¿lo haces sólo alrededor de los muebles, o también bajo los mismos? Ahí se acumula suciedad y de igual manera ocurre entre los dientes. Hay que evitar que se forme placa en estas áreas. Terminado de barrer, ¿utilizas la fregona con desinfectante? De la misma forma, finalizado el cepillado, se debe emplear el enjuague bucal. Con este símil, mis pacientes comprenden el concepto de la importancia de la higiene bucal de forma simple y verídica.
Teniendo todas estas consideraciones en cuenta, podrás estar mejor preparado para afrontar un procedimiento de implante dental de forma correcta, prolongando su vida y evitando futuras complicaciones.