¿Estás conforme con el tono de tus dientes? Si la respuesta es no, tienes dos opciones para corregir este problema, bien por medio de un blanqueamiento o carillas dentales. Cada opción tiene sus ventajas sobre la otra, pero ambas constituyen una solución estupenda para este problema en la gran mayoría de los casos.
¿De dónde vienen las manchas y el tono amarillento en los dientes?
Comencemos por hablar de las causas que provocan el tono amarillento de los dientes. Bebidas como el café, el vino y el té, junto con el hábito de fumar o masticar tabaco, son algunos de los más comunes y principales factores. Por supuesto, la predisposición genética de cada persona y la ingesta de ciertos medicamentos también influye.
Es importante destacar que el tono amarillo de los dientes también depende del grosor del esmalte y la opacidad del mismo, ya que si el esmalte es muy fino o muy transparente, dejará ver la dentina, la cual es de tono amarillo. Teniendo en cuenta estos dos factores, se podrá determinar qué método de blanqueamiento te conviene más.
Blanqueamiento dental
Por medio de la aplicación de gel de peróxido de hidrógeno sobre la superficie dental bajo la exposición de luz fría, se genera una reacción química, en la cual se consigue aclarar las pigmentaciones del esmalte. Obviamente, cuando hablamos de este caso, nos referimos a un método de blanqueamiento realizado por un profesional dental.
Una de las numerosas ventajas que aporta este método es su rapidez. Además, ofrece excelentes resultados y no daña el esmalte dental, que es una de las principales preocupaciones en los pacientes.
Aunque existen diferentes métodos de blanqueamiento dental que ofrecen resultados similares a los mencionados anteriormente, yo, personalmente, trabajo con el sistema de blanqueamiento dental Quick White, ya que he podido apreciar resultados inmejorables.
Carillas dentales
Con las carillas dentales se puede conseguir más que el simple hecho de otorgar el tono ideal a tus dientes, también, se le puede dar una apariencia más estilizada, ya que las carillas se posicionan sobre los dientes y, de esta forma, en lugar de verse el diente, se ven las carillas, las cuales tienen la forma y el color diseñados a medida con la finalidad de conformar una sonrisa ideal.
Usualmente recomiendo a mis pacientes las carillas de disilicato de litio cuando quieren un cambio de imagen un poco más radical, ya sea porque no estén conformes con el tono de sus dientes, porque presentan dientes pequeños, o porque algún diente sea demasiado corto, tenga un saliente extraño por un lado, o simplemente esté desalineado con el resto.
Al igual que con el blanqueamiento dental, existe un mito asociado a las carillas de que el esmalte debe ser dañado para su colocación. Anteriormente era así, pero hoy en día las carillas son súper delgadas (entre 0,4 y 0,8 mm) y, además, éstas se adhieren al esmalte, con lo cual éste debe estar presente para su colocación.
Entonces: ¿ Blanqueamiento o Carillas dentales ?
Teniendo en cuenta la importancia de una bonita sonrisa, yo diría que esa sería la verdadera meta, más que el simple hecho de tener los dientes blancos. Una bonita sonrisa otorga confianza, seguridad y buena presencia, pero queda claro que para tener una bonita sonrisa se deben cumplir una serie de requisitos como son: una dentadura alineada y simétrica, así como unos dientes en perfecto estado y de tono blanco.
Por tanto, si tienes una dentadura alineada y simétrica, así como unos dientes en perfecto estado, con un blanqueamiento dental tendrías más que suficiente. Si por el contrario tu dentadura presenta dientes con salientes aunque esté alineada, o dientes muy pequeños, e incluso espacios interdentales, yo recomendaría las carillas dentales, ya que un simple blanqueamiento no bastaría para conseguir tu sonrisa ideal.
